miércoles, 18 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
miércoles, 11 de septiembre de 2013
lunes, 9 de septiembre de 2013
Hace unos meses visité la exposición On Painting (prácticas pictóricas actuales… más allá de la pintura o más acá) en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de las Palmas de Gran Canaria. Ahora, una versión más reducida se podrá ver en el CEART (Centro Tomás y Valiente) de Fuenlabrada (Madrid), hasta el 27 de octubre de 2013.
Comisariada por el director del CAAM Omar Pascual-Castillo,
la exposición original constituye una amplia investigación dentro del
campo de la pintura contemporánea con alrededor de 120 obras de unos 66
artistas, que, a decir del propio curador, dibuja “una cartografía de lo
que ha acontecido en los últimos 25 años en el terreno pictórico en
Latinoamérica” (a ello habría que añadirle para ser exactos una veintena
de artistas españoles, entre los cuales figuran, como es lógico,
artistas canarios). La exposición va acompañada de un soberbio catálogo,
de esos que ya sólo instituciones como la TATE o el MoMA publican -me
recuerda un poco la actual polémica acerca del futbolista Gareth Bale y
los 100 millones de euros, en el sentido de si en estos momentos ese
tipo de catálogo es apropiado, máxime teniendo en cuenta la situación
del mundo del arte en general, y de España en particular- con textos de,
además de la propia y amplísima introducción del curador, Barry Schwabsky, David Barro y el entre tanto fallecido Kevin Power.
Catálogo On Painting. Foto: Paco Barragán
La exhibición esta dividida en cuatro apartados: 1) Post-Hispanic
Narratives: Nueva narratividad en la Era de la Imagen o de cómo crear
una IMAGO MUNDI tras un pensamiento visual enciclopédico universalista 2) Amargo sabor, la náusea: el retorno de la Pintura Ácida 3) Splash Color and Materials (así en el original): nuevas experiencias abstractas y 4) Tutto Revoluto…: del Neobarroco a la Era de la Promiscuidad.
Omar Pascual-Castillo señala una vez más que “la pintura hoy desarrolla
su lingüística intrínseca a partir de cuatro síntomas esenciales, que
funcionan como sistemas pragmáticos más que como categorías estéticas”.
Entre la amplia nómina de artistas
representados en la exposición destacamos entre otros -y sin ánimo de
exhaustividad- a Raúl Cordero, Víctor Rodríguez, Simón Zabell, Hernan
Bas, Alexis Esquivel, José Lerma, Enrique Martínez Celaya, Abdul Vas,
Julio Galán, Ray Smith, José Bedia, Marlon de Azambuja, Flavio
Garciandía, Thomas Glassford, Federico Herrero, Vargas-Suárez Universal,
Pedro Barbeito, Fernanda Brunet, Edouard Duval-Carrié, Melvin Martínez,
Adriana Varejão, Laura González, Kehinde Wiley, Arturo Elizondo, Sandra
Gamarra, Guillermo Kuitca, Clemencia Labin, Francis Alÿs, Sofía
Maldonado, Manuel Ocampo, Luis Palmero, Carlos Salazar y Santiago
Ydáñez.
Las obras proceden de colecciones
privadas y públicas tanto de España como del extranjero. La muestra no
ha sido colgada de acuerdo a las secciones arriba mencionadas, sino que
las obras fueron diseminadas de manera heterogénea a lo largo de los
diferentes pisos y espacios del edificio, lo que no contribuía a una
clara comprehensión del concepto general de la muestra (es cierto que
unas etiquetas de colores indicaban a qué apartado pertenecía cada
obra).
La exposición es ambiciosa en concepto y
alcance. Encontramos en ella una serie de obras anteriores
primorosomante seleccionadas, en particular Catálogo 4 (Tríptico), de Francis Alÿs, de 1994; la enigmática Expenditure Series, KCAL: 237/FAT: 45%, de Raúl Cordero, del año 2003; la temprana Eclipse, de Luis Gordillo (1992); la excelente L’encyclopedie (Plano del piso de mármol de la iglesia de la Sorbonne), de Guillermo Kuitca fechada en el año 2002; y, finalmente, el aún impactante díptico Para eso habéis nacido
de Manuel Ocampo, realizado entre los años 1993 y 1994. Pero,
difícilmente, estos ejemplos representan el alcance de la exposición,
que según se argumenta son 25 años de pintura hispánica.
ENTRE LA FIGURACIÓN BLANDA Y EL NEO-BARROCO
En lo tocante a la pintura más
contemporánea, encontramos propuestas de una figuración “blanda”, como
sería el caso con la obra practicada por artistas como Dzine, Adriana
Varejão, Michel Pérez Pollo, Rómulo Celdrán, Jesús Zurita e Idaira del
Castillo, mientras que otras propuestas beben o revelan reminiscencias
de lo decorativo derivando hacia lo kitsch, entre ellas Fernanda Brunet,
Javier Garcerá, Melvín Martínez, Thomas Glassford y Arturo Herrera;
también hace acto de presencia un tercer grupo que podríamos llamar
“neo-barrocos”: Federico Herrero, Flavio Garciandía, Matías Sánchez,
Daniel Verbis y Kehinde Wiley.
Excepto por la atrevida y acertada
intervención en la fachada del museo de Vargas-Suárez Universal (al
igual que la feliz intervención en otra de las fachadas de Laura
González, a caballo entre la figuración y la abstracción), la
abstracción “hard-edge” brilla por su ausencia, mientras que en
Latinoamérica es y ha sido un importante enfoque pictórico (pensemos en
Carlos Cruz Diez y Jesús Soto, pero también en artistas más jóvenes como
Jaime Gili). Pero esto puede ser una mera cuestión de gustos.
Intervención del artista Vargas-Suárez Universal en la fachada del CAAM. Cortesía: CAAM
¿QUÉ ES LA PINTURA HOY?
Lo que es más preocupante de toda la
muestra es la falta de propuestas que verdaderamente “expandan” la
pintura hacia otros medios, y no sólo hacia la instalación (véase la
magnífica instalación de suelo de alfombras pintadas, listas para ser
pisoteadas, por el puertorriqueño José Lerma en torno a la pintura y su
representación), o la pintura mural -que sí está abundamente presente en
la exposición-, como sería el caso, pienso, con artistas como la
puertorriqueña Ivelisse Jiménez, por ejemplo. Y excepto por artistas
como Fabián Marcaccio y Pedro Barbeito, apenas hay obras en la
exposición que reflejen cómo la tecnología y los nuevos medios informan,
nutren y determinan el nuevo quehacer pictórico.
Todo se queda en unas gramáticas
conocidas y unos artistas que el comisario conoce bien. En este sentido,
apenas hay sorpresas. La mayor parte de los artistas en la exposición
utiliza una imaginería contemporánea, pero, al fin y al cabo, un
lenguaje que bebe del impresionismo, del expresionismo alemán, del
surrealismo, de la abstracción… Son lenguajes conocidos, que el mercado
reconoce, pero que pertenecen al final del siglo XIX y el comienzo del
siglo XX. ¿Dónde está la contemporaneidad de estas propuestas? ¿Qué
aportan al discurso pictórico?
Me resulta difícil pensar que en una
sociedad hiper-tecnológica y en la que los medios de masas y medios
sociales están más presentes que nunca en nuestras vidas, la manera de
recibir información –Facebook, Twitter…-, manipular información
–pensemos en escáners, cámaras fotográficas, iPads, etc.- y distribuir
información –por ejemplo YouTube- no afecte profundamente los modos de
“hacer pintura”. Los buenos pintores, sean Velázquez, Rembrandt, Goya o
Picasso, son hijos de su tiempo y son capaces de reflejarlo en su
quehacer pictórico. Porque, como bien dice Javier Panera, “la pintura
hoy día tiene menos que ver con la historia de la pintura que con la
historia de los medios”.
Y, no deberíamos olvidar, que son estas
inagotables tecnologías y procesos digitales los que han resituado
irónicamente la pintura en la avanzadilla de cuestionamientos críticos.
En este sentido, los artistas más interesantes desde mi punto de vista
–Barbeito, Marcaccio, Ackermann, Oehlen, Vargas Suárez-Universal,
Verlato, Ophuis…-, y que de manera más revolucionaria están trabajando
con el medio alumbran aquello que yo denomimé por el año 2004 la tecno-referencialidad:
un contexto donde la pintura se mide con su propia historia y sus mitos
al tiempo que maneja unos enfoques interdisciplinarios y digitales, y
donde la línea entre las disciplinas se difumina y el anhelo por la
autenticidad o fuente ya no importa.
¿Es On Painting un reflejo de
lo que ha sido la pintura en Latinoamérica en estos años? Tal vez, no lo
tengo claro. Lo que sí tengo claro es que la propuesta del comisario no
indaga en los retos de la pintura hoy: 1) por qué la pintura sigue
siendo urgente y 2) cómo sigue teniendo vigencia a pesar de que otros
medios más ágiles, como la fotografía o el vídeo, han usurpado muchas de
sus funciones.
Y estas son en mi opinión las preguntas a
las que deberíamos intentar dar respuesta cuando afrontamos una
investigación conceptual acerca de un medio tan antiguo y con tanta
carga histórica en un entorno tan frágil y cambiante.
¿La pintura? Regular, gracias.
El artista Marlon de Azambuja y su obra para exterior en la muestra On Painting. Cortesía: CAAM
Intervención de Sofía Maldonado, Drama tropical, 2013. Cortesía: CAAM
On Painting
CEART Fuenlabrada, España
Comisario: Omar Pascual-Castillo
Del 5 de septiembre al 27 de octubre de 2013
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)